Esta es la historia de Carles (derecha), catalán residente en Salt que se presentó a las pasadas elecciones municipales formando parte de las listas de Plataforma por Catalunya (PxC). Está aquí, todo normal.
Pero hay que añadir que Carles es homosexual, y su novio Wilfredo (izquierda) es dominicano. Eso no debería suponer ningún problema, en un país como el nuestro que goza de todos los derechos en materia LGTB. Pero al parecer, al partido y a su líder Josep Anglada, no les pareció nada bien. Acabaron expulsados del partido y echando pestes del mismo.
Para situarnos conviene aclarar que Salt es un municipio gerundés con un altísimo porcentaje de residentes extranjeros, lo que unido a la grave crisis laboral y económica, ha propiciado un caldo de cultivo del que están surgiendo partidos de extrema derecha, PxC entre ellos.
Si la situación en la política catalana es de por sí compleja, donde el nacionalismo excluyente tiene mucha presencia (del que Carles parece no ser ajeno), ahora para colmo aparecen estos partidos cercanos a los idearios falangistas.
En cualquier caso, y repudiando la actitud de PxC, tampoco se entiende demasiado la decisión de la pareja (Wilfredo era el número 9 de la lista) de concurrir a las elecciones por esta formación que iría frontalmente en contra de los derechos no sólo de ambos como pareja, sino directamente contra los derechos (de residencia y laborales) de Wilfredo. En fin, espero que unos y otros hayan escarmentado con la experiencia.
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