El nuevo primer ministro británico intenta mostrarse abierto con la comunidad gay, pero sigue sin conceder derechos importantes.
Si, organizará una fiestecita. También concederá asilo a los refugiados perseguidos por su orientación sexual. Qué detalle (¿¿¿ es que alguien vería lógico lo contrario ???). Y por último, borrará los antecedentes de la época -no muy lejana- en que la homosexualidad era ¡¡¡¡ ilegal ¡¡¡ en el Reino Unido. Que majo, oye. Pero ¿casarse?. Oh my god ¡¡¡¡¡. Of course not ¡¡¡¡. Donar sangre mejor tampoco, no sea que estos viciosos nos contagien sus funestas enfermedades.
A esto lo llamo yo nadar y guardar la ropa. Que se te ve el plumero, Cameron.
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